En mis sueños...
las palabras que pronuncias
encuentran refugio.
En mis sueños...
tus labios juegan con los míos
apasionadamente.
En mis sueños...
aprendí a amarte de la forma que más
te gusta...
descolgando promesas en el sol de la
mañana,
caminando sin sentido por aquellas
calles desiertas,
tomado de tu mano, mirándote
fijamente a los ojos.
En mis sueños...
tus deseos me aíslan del frío de la
soledad,
para envolverme en una llama
silenciosa, etérea.
En mis sueños...
tu cuerpo se desnuda ante mí para
amarme una vez más
con pasión, eternamente.
En mis sueños...
tus manos se hacen brisa para
acariciarme
cuando pasas a través de mí, con
ternura, sin respetar distancias.
En mis sueños...
el susurro de tu voz penetra mi mente
para ya nunca más olvidarte.
En mis sueños...
tu sombra jamás me abandona,
me consuela y me da su compañía en
esas noches solitarias.
En mis sueños...
la mañana nunca llega
porque tu amor detiene el tiempo...
y los pájaros jamás cantan
porque tu presencia es un canto
supremo
en una hermosa melodía sin final.
En mis sueños...
el amor toma tu forma y nunca se va
por que habita en mí profundidad...
duerme a mi lado, respirando mi
aliento
meciendo mis deseos más intensos.
En mis sueños...
todo es real.
Porque ahí es donde te encuentro
donde te beso y te vuelvo a besar.
Porque allí nada nos hace daño
y nos perdemos en sus caminos
para ya no despertar jamás.
En mis sueños...
me tomo el tiempo para amarte
tiernamente
para enseñarte mis deseos mas locos
y hundirme en el océano de tu corazón
respirando en cada uno de tus
latidos.
En mis sueños...
solo te pienso y encuentro que no
estoy solo
porque en la realidad estas lejos,
distante, a un año luz de mi.
Por eso te extraño y no veo la hora
de que llegue la noche
porque con ella llegas tú, para
amarme, eternamente
en mis sueños.
por: Luis Sadra
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